Una vez cumplido su objetivo, se encontraba programado que la última etapa del cohete regresara para destruirse en la atmósfera terrestre en lugar de quedarse orbitando el mundo como basura espacial. En este momento se conoce que la inclinación orbital de la etapa central Long March 5B es de 41,5 grados, lo que significa que el cuerpo del cohete podría aterrizar a latitudes tan al norte las ciudades de Nueva York, La capital española y Beijing, y tan al sur como el sur de Chile y Wellington, Nueva Zelanda. Pero esto no significa que esas localidades sean los lugares marcados en los que tienen la posibilidad de caer los escombros exclusivas, sino delimitan una franja que rodea todo el globo y que es susceptible de recibir los restos (aunque la mayoría de todo ese terreno es agua, por lo que lo más posible es que terminen en el océano). De hecho, los astrónomos quisieron tranquilizar a la población aseverando que en la mayoría de casos, esta clase de cuerpos comunmente cae en los océanos (que suponen el 70% de la extensión de la tierra). Los restos de los lanzamientos de cohetes chinos desde puertos espaciales interiores ocasionalmente han caído dentro de zonas habitadas.
«Que ese encontronazo se genere en La capital española sería menos posible que ganar una primitiva», sentencia. El cohete fue usado la semana pasada por China para publicar al espacio uno de los módulos de su futura estación espacial y fue considerado por los expertos como entre los mayores trozos de escombros que reentrarían en la atmósfera, y de ahí su supervisión continuada. Punto en donde ha caído el cohete Chino.Se trata de los restos del cohete Long March 5B, específicamente de su etapa central que se usó para construir la estación espacial china Tianhe. Morales ha recordado que el 75% de la Tierra es océano, con lo que esos restos tienen una mayor probabilidad de impactar en agua. Los restos del cohete chino Extendida Marcha 5B reentraron en la atmósfera terrestre a las diez.24 (2.24 GMT) de esta mañana y cayeron a 72.47 grados de longitud este y 2.65 grados de latitud norte, anunció hoy la Oficina de Ingeniería Espacial Tripulada de China.
Política
Ciertos extractos diminutos pudieron sobrevivir al rozamiento con la atmósfera y hundirse en el Mediterráneo. Tanto el Pentágono como el Servicio de Supervisión y Seguimiento Espacial de la Unión Europea están monitorizando el cohete chino que está fuera de control yven poco probable que caigan restos del mismo en zonas pobladas de la Tierra. China también ha asegurado que es “enormemente improbable” que los restos del cohete ocasionen daños en su regreso a la Tierra y asegura que estos se desintegrarán a lo largo de su reentrada a la atmósfera.
Otro caso fue el de Salyut 7 y Kosmos 1686, la última de las estaciones espaciales de la URSS, con la Kosmos 1686, una nave espacial acoplada a ella, las dos sin tripulación. En 1979, la estación espacial estadounidense SkyLab de 77 toneladas se desintegró sobre Australia Occidental, afectando a la localidad costera de Esperance. Los restos del cohete han caído finalmente en el Océano Índico, en el ambiente de las Islas Maldivas, al sur de la India, sin ocasionar ningún daño. El cohete chino se desintegró prácticamente por completo en el instante en el que entró en la atmósfera de la Tierra. Por su parte, China asimismo aseveró el mismo viernes que era “altamente improbable” que los restos del cohete causaran daños en su regreso a la Tierra y que lo más elogiable era que se desintegraran durante su reentrada a la atmósfera.
¿dónde Caerá El Cohete Chino Descontrolado? La Ue Activa La Supervisión
Durante ese desarrollo, los trozos «se van demoliendo, haciéndose cada vez más enanos, fundiéndose o evaporándose. Lo que puede llegar al suelo, en este caso al mar, es algo tan pequeño que difícilmente podría llegar a pegar a alguien», señala. En un esfuerzo global por reducir los desechos exclusivas, muchos equipos de metas satelitales son capaces de maniobrar de manera segura a los satélites retirados de vuelta a la atmósfera de la Tierra a fin de que ocurra una de dos cosas. Para los satélites que orbitan cerca de la Tierra, los operadores reducen la órbita de un satélite dado de baja para que vuelva a entrar naturalmente en la atmósfera en 25 años (conocido como la «Regla de los 25 años»). La red de sensores y radares de este sistema de supervisión espacial está observando el objeto “de cerca” y ha comprobado que cae, y ha reducido su ventana de entrada a la atmósfera terrestre a un intérvalo de tiempo comprendido entre los días 8 y 9 de mayo. Con un peso de 18 toneladas, se encuentra dentro de los desechos espaciales mucho más enormes que va a realizar una reentrada a la Tierra.
Procuran transmitir tranquilidad en tanto que la mayoría de morralla espacial frecuenta caer en el mar y prevén que pueda desintegrarse y romperse en pequeños trozos, peor la incertidumbre es tal que aun no pueden corroborar ni desmentir nada. El planeta estuvo expectante en los últimos días ante la caída de los restos de un cohete chino fuera de control que por último ha entrado en nuestra atmósfera en la madrugada de este domingo 9 de mayo de 2021. Según la supervisión y el análisis, el 9 de mayo de 2021 la primera etapa del cohete portador Long March 5B ha vuelto a ingresar en la atmósfera en un punto ubicado en el océano Índico, cerca de las Maldivas.
Asimismo en ese mismo año y mes, reentró a 65 km al sur de la costa de Sri Lanka WT1190F, un fragmento de basura espacial de entre 1 y 2 metros. En este sentido, el recién nombrado administrador de la NASA ha añadido que “las naciones exclusivas tienen que reducir los peligros para las personas y la propiedad en la Tierra de la reentrada de elementos espaciales y aumentar al máximo la transparencia respecto a esas operaciones”. Holger Krag, jefe de la Oficina del Programa de Seguridad Espacial de la Agencia Espacial Europea , ha proclamado para SpaceNews que una masa media de unas 100 toneladas vuelve a ingresar en la atmósfera de manera incontrolada cada año. «Siempre es difícil evaluar la cantidad de masa superviviente y el número de extractos sin conocer el diseño del objeto, pero una \’regla empírica\’ razonable es que sobrevive alrededor del 20-40% de la masa seca original». Madiedo ten en cuenta que solo hay un caso registrado de una persona golpeada por un fragmento de un satélite tras su reentrada.
Para eludir que se repita esta situación, los especialistas han sugerido un rediseño del cohete Long March 5B, que carece de la aptitud de controlar su descenso desde la órbita. USA no tiene “por ahora” planes para derribar el Long March 5B, que viaja sin control y está previsto que entre en la atmósfera la noche del sábado al domingo, dijo el secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin. El Centro de Operaciones de Supervisión Espacial del Ejercito del Aire está realizando un rastreo de la trayectoria del núcleo central del cohete. “Conforme el cohete vaya perdiendo altura en su órbita elíptica se va a poder achicar esta incertidumbre”, ha señalado a la agencia EFEJorge Lomba, jefe del departamento de Espacio delCentro para el Avance Tecnológico e Industrial .
Es por ello que los vehículos exclusivas tripulados deben reducir su agilidad y ralentizarse a fin de que logren desplegar paracaídas o frenos neumáticos. Algo más tarde, el 7 de noviembre, en Pozorrubio de Santiago un joven agricultor halla un material metálico no identificado que asimismo ha podido ser de basura espacial, de 20 kg. Ciertas previsiones ubicaban la caída cerca de las costas de Portugal, pero por último fueron las aguas del Índico quien ha protagonizado el objetivo de este evento seguido por miles de individuos. En aquella ocasión, como en esta, se notificó en el mismo instante de la reentrada a los servicios de protección civil de toda Europa.
¿Por Qué Unos Objetos Se Desintegran En La Atmósfera Y Otros No?
Todo esto está trayendo secuelas y el máximo responsable de la NASA, Bill Nelson, hizo público un comunicado en el que critica fuertemente la gestión que hace China de estos cohetes. “Es fundamental que China y todas las naciones y entidades comerciales con viajes exclusivas actúen de manera responsable y transparente en el espacio para asegurar la seguridad, la estabilidad y la sostenibilidad en un largo plazo de las ocupaciones en el espacio exterior”, indicó Nelson. El Centro de Operaciones de Vigilancia Espacial (#COVE) del#EjércitodelAire, ubicado en la#BATorrejón, está haciendo el seguimiento de la trayectoria del núcleo central del cohete chino Long March 5B. Entre los grandes retos de la empresa era acertar la previsión en el mapa, algo más complicado pues hasta pocos minutos antes no se conoció por dónde entraría ni a qué agilidad exactamente, con lo que no se podía entablar una ruta precisa de encontronazo. Las etapas superiores de los vehículos de lanzamiento y ciertos satélites se están poniendo en órbitas inferiores para que vuelvan a entrar en la atmósfera y se desintegren a la mayor brevedad.